Quiero pero no puedo. Como una dieta, que sólo tengo que comer zanahoria rallada y me persigue una porción de torta de chocolate a la que se que le tengo que decir que no y termino diciéndole que sí…como a Roberto la última vez que discutimos porque ninguno de los dos tenía razón (ni tenemos) y sin embargo lo vuelvo a llamar. A veces me pasa, que paso, voy varias veces, en diferentes días y momentos…y un restaurante no termina de convencer… Esto también pasará… No soy yo, sos vos! ¿Pretendía demasiado yo? el servicio era atento pero no era […]