La idea de Antonio Carvalho Monteiro era construir una quinta que incluyera su palacio, jardines, lagos, grutas y edificios enigmáticos que escondieran significados relacionados con la alquimia, masonería, templarios y rosacruz. Todos los estilos arquitectónicos (romántico, gótico, renacentista y manuelino) en cuatro hectáreas, pero sobre todo quería que sea un lugar de deseo de pertenencia,…