Qué grandioso el trabajo del arquitecto: su obra permanece tantas décadas, ahí firme, vos pasas y la vez…la remodelan, la pintan de otro color…pero ahí está. Y ¿un maestro? su obra trasciende cuando esos nenes van repitiendo las vocales y después con un sonido monocorde leen sus primeras palabras sin sentido, hasta que la obra se completa cuando finalmente leen y escriben para siempre. Y ¿nosotros los cocineros? ¿Qué hacemos? Nuestra obra se va a disolver en ese preciso y tan rápido instante en el que el plato viaja desde la cocina a la mesa. Para cuando el mozo apoyó […]