Andando mesas en Bahía Blanca

“por cuatro días locos que vamos a vivir”

Así decía la canción y la recordé los kilómetros de ruta que anduve hasta la hermosa ciudad de Bahía Blanca, que nos recibió “crocante” como bien decían los vecinos…no llovía desde casi tres meses (el mismo día que tuve que volver algo llovió, no sé si lo que esperaban)

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De lo más nuevo en la Av. Alem donde se asienta lo más parecido a una polo gastronómico en Bahía Blanca

Excelente ambientación, que hace que cualquier momento sea ideal para pasarse un buen rato.

La carta es variada y los precios acompañan, la atención es buena.

Promete!

Desde aquí BárbaraTotal augura buenas vibras

¿Que si me preguntan cómo volví? Pués diré que sorprendida, no porque no lo esperara…sino porque en cada lugar que estuve, hubo excelente atención, salones bien acomodados que invitaban a quedarse y hasta en el más tradicional de los restaurantes de la ciudad, mejor dicho el restaurante que se jacta de ser el primero, fundado en 1890 tiene un ambiente de bodegón con su carta exponiendo los mejores platos de una ciudad que tiene el puerto y el campo tan cerca como las ollas lo aprecian.

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Nos atendieron de de más que bien!!! El lugar es de esas casa antiguas, que da ideal para tomar una «hermosa» merienda, en un jardín tan amable como su personal. La tortas son todas buenas (re muchas gracias porque me ofrecieron varias para hacer la reseña)

Me lo habían recomendado, pero la verdad es más que sugerible para reconciliarte con tu cuchi-cuchi, para escuchar a una amiga, para premiar un boletín a fin de año para pasar siempre!

#Gambrinus dice ser el primer restaurante fundado en Bahía Blanca y les diré que debe serlo aunque ni yo ni muchos sepamos nada de la ciudad en 1890. Ubicado en una calle angosta, con toda la pinta de bodegón, la carta ofrece los platos que identifican la ciudad con su orilla al mar y del otro lado el campo (vizcacha por ejemplo y pescados en otro ejemplo)

Mesas grandes, grupos, parejas especiales, mozos de los de antes, tradiciones, mesas bien servidas. Sugiero Gambrinus.

Museo del Puerto

Pasando la cancha de Olimpo de Bahía Blanca, y cruzando otra ruta, pero cerca de la ciudad también, llegamos a Ing. White, más tranquilo pero con mucha identificación: el puerto.

MUSEO DEL PUERTO

Pero no menos importante el Museo del Puerto que fué una revelación para este trío de cocineras devenidas en turistas por unos días andando mesas.

Para los #cubanitos no hace falta mesa, hace falta diversión y buen dulce de leche. Los mejores cubanitos de Bahía Blanca no están propiamente en el parque, ni en la plaza principal, están en un boulevard del cual adoptaron el nombre #Palihue

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