Días atrás hice una encuesta, breve y concisa: macarons bañados en chocolate sí o no.

Es que en Vasalissa (quizá la más popular de las chocolaterías entre CABA y zona norte) los ofrecen en su carta para consumo en el local.  De más está decir que son excelsos y de los mejores que he probado (sobre todo por las variantes, que son parte de su sello: rosas, pistacho, chocolate entre los mejores)

Me reí, me sacó una carcajada de esas muy exageradamente ridículas cuando vi uno con dulce de leche (entre los que se podía elegir) en exhibición…hasta que la mirada llegó al que estaba bañado en chocolate.

Absorta: no lo pedí.  Pero…me lo sirvieron de cortesía y si había algo que para mí no resistía análisis era ese maravilloso producto…bañado en chocolate.

Así que dejé en manos de mis lectores, más que en manos de mis lectores, en el paladar de los que siguen esta publicación el criterio, la opinión y el desahogo con tal propuesta.

Es que hay cosas que no están bien o mal…

Y fuera del gusto, que es personal: el Lemon Pie lleva crema de limón y merengue, las Palmeritas se hacen con hojaldre, los alfajorcitos de maicena llevan coco rallado en el lado que se ve el dulce de leche y BárbaraTotal no es una una influencer es una referente.

Los lectores expresaron su gusto…y aunque estuvo parejo, el NO obtuvo más votos.  Es que el macaron es una cosa hermosa, suave, perfumada, delicada, volátil…y tantas delicadezas más, que el baño de chocolate tapa.  No deja que se exprese en su mejor versión y eso es lo que quería promover desde esta bonita publicación.

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Si querés chocolate: alfajores, Havanet, la torta de mi madre y tantas cosas más te harán sentir la fuerza, el avasallamiento y presencia que deseabas…

Para una tarde de primavera, acompañando las tardes largas hasta que llegue la noche: el macaron, que hasta va bien con una copa de espumante bien frío.

Hasta la próxima! Los Saluda BárbaraTotal