Algo de historia, siempre mezclada con la iglesia, con los pueblos, sus vecinos y creencias.

Así también la mía y de mi receta, pocas veces tan creativa, como para hacer la contra receta a un clásico que lleva siglos…

Pero la realidad, acompaña y la batalla que llevo con las hormigas me acercó a otra íntima historia, que puede convertir en mito la promesa del pan para las fiestas.

Pandoro:

El NADALÍN era una torta típica navideña y el pan de oro era un pan amarillo que solo comían las familias ricas venecianas, tal es así que se cuenta que las familias venecianas de mayor escala económica lo espolvoreaban con oro en polvo.  Entre el sentido y el comer se fue moldeando lo que después se conoció como el PANDORO, pariente cercano del panettone milanés, es una especialidad veneciana que se come la noche buena y la navidad y sus ingredientes infaltables son: harina, azúcar, manteca, levadura, huevo y…azúcar impalpable por encima una vez cocido y frío, siempre tiene la forma de un cono truncado con base octogonal. No, no da el presupuesto moderno para el oro en polvo, esas son excentricidades de épocas de libros de historia, que solo nos generan controversia, saber si fueron reales o leyendas para generar pensamientos de división de clases. Real o no, nunca hubiera comida algo con polvo de oro…

Panettone:

Desde el siglo XI hay registros que dicen que cerca de las fiestas religiosas, sobre todo Noche Buena y Navidad se comía un pan especial, que las familias se juntaban a compartir ese pan que era más grande del habitual y que se separaba la corteza y se la guardaba, ya que se le atribuían poderes curativos, especialmente para el dolor de garganta.

Desde el año 1400 se popularizó y se come en todo el mundo sin fronteras.  La masa lleva levadura, esencia de limón, pasas de uva y fruta escarchada (o confita) una vez cocido hay que conservar el molde/faja de papel porque es lo que hace a conservar su humedad.

Todavía hoy la tradición milanesa conserva algunos adeptos, entre los que me encuentro…porque conservamos esos recortes de la corteza en una bolsa hasta el 3 de Febrero el día de San Blas, la voz popular dice que quien come de estos restos guardado durante un tiempo, cuya corteza está seca y dura se librará todo el año del dolor de garganta.

Panforte:

De Siena, en Italia, el bien llamado y traducido PAN FUERTE, es que sus vecinos lo adoraban tanto que lo pusieron bajo la protección de San Lorenzo, cuya fiesta el 10 de Agosto, celebran al patrono de esta especialidad.

Desde el siglo I d.C se habla ya de un pan dulce de harina y miel.  Aunque hay registros que dicen que el dulce original no era la miel sino el “melatello” un autóctono y sencillo dulce que se hacía con agua en la que previamente se habían lavado manzanas, a esa agua se le agregaba harina y fruta secas, pero toda esta mezcla tenía un inconveniente, porque una vez cocido se agriaba rápidamente. 

Como muchas recetas se fueron reformulando con el pasar de los siglos, aunque la religión a través de sus instituciones, como la iglesia, siempre tratan de apropiarse de las historias de las recetas, la reversión que empezó a incluir entre sus ingredientes al mazapán, que lo hacía más blando y jugoso se le atribuye al pueblo de Siena, a los mismos campesinos que buscaban volverlo cada vez más amable al paladar y no tanto a quienes les exigían cánones como impuestos elevadisímos en nombre de que otros vivan en exclusiva para practicar la fé.

Como se sabe hay más, el stollen alemán que para mí es una delicia…y cuanto otro vamos conociendo en tiempos de recuperar tradiciones familiares.

O empezarlas.

Porque en mi casa, propiamente la de mi infancia, no había cultura de pan dulce, ni de panettone, ni ninguno, esas cosas que nos quedaban lejanas por un clima completamente diverso…entonces empecé a hacer el mío, a amasar con lo que a mí me gustaba hasta encontrar una receta de pan NO dulce, definitivamente ni siquiera era para la mesa dulce de después de las 12

Directamente lo ponía en la mesa sin panera, ahí estaba con su forma similar al popularmente pan dulce de todas las casa, pero he aquí en salado.

Y luego devine haciendo una versión dulce, pero que tampoco se parece en nada al pan dulce que lleva esencias y frutas abrillantadas.

Como a paso de hormigas (con las que estoy luchando desde principio de Noviembre, razón por la cual me trajeron grandes disgustos, pero una reveladora amistad con el dueño de la ferretería y del vivero, quienes me confesaron sus más íntimos secretos a pasos de hormiga, llevo algunos años imponiendo mi NO pan dulce y mi pane di BárbaraTotal como si ya estuviera lista para registrarlos.  O más bien para empezar a tomar pedidos.

Ah! Lo prometido es deuda, si consigo una semana, 7 días consecutivos, con sus días y sus noches, libre de hormigas en esa puerta del jardín con la que batallo cual la reina del gamexane, habrá pan no dulce para el vivero y la ferretería.