Lejos de Anton Ego (el malísimo, luego reconvertido en empático frente a las verdades de la cocina de Ratatouille) dedicamos nuestro paladar y mano escritora a comunicar la gastronomía, con todo lo que la incluye a la industria, desde la comida, sus recetas, ingredientes, historias, métodos de cocción, servicios, productores, instalaciones, decoración, las personas que hacen todo del oficio y su formación, fundamentando cada opinión.

Los críticos gastronómicos formamos nuestro criterio, con teoría y práctica y eso es lo que nos diferencia de los que opinan porque fueron una vez a un lugar y les encantó o les pareció malísimo.

No es chiste que mi frase de cabecera sea “no soy una influencer soy una referente” cuando digo que de cualquier tema vos podes buscar opiniones y experiencias en las redes, entre amigos, conocidos o desconocidos, pero, ¿qué haces después con eso? En cambio si buscas una opinión especifica de un tema y vas por la opinión de un especialista, podés coincidir o no en su opinión, pero sabés que atrás de esa opinión hay un criterio.

La connotación de la palabra “crítica” suele ser negativa, pero no lo es, hay que leerla y entenderla.  Nuestro arte está ahí, en cómo llegamos al lector para que se acerque a lo que estamos difundiendo: un producto, un lugar, un servicio y…nuestros propios artículos!

“nunca escribís mal de ningún lugar”

Así me escriben a veces y siempre respondo

“no uso mi tiempo, espacio y Lectores para lugares que no sugeriría, simplemente no elijo publicar malas experiencias, si no los ves en mis notas por algo es y esa es la mejor respuesta que puedo dar a determinados lugares que nunca publico”

¿Sí muchos invitan? menos de lo que se imaginan, porque antes de escribir de un lugar, de una comida, de difundir desde mi espacio con mi firma algo/alguien mínimamente tres veces visito, consumo y pruebo, por eso tengo una tienda (pency.app/barbaratotal) porque mi credibilidad es más importante que no pagar una comida.

Ser crítica gastronómica no es una moda, parece algo diferente, distinto…sólo porque no es un trabajo popular como un docente, un abogado o un contador.  Como todos los trabajos requiere de formación, práctica y experiencia.  En vez de jefe/jefas y clientes, hacemos nuestro trabajo para quienes leen y gustan de la cocina como comensales y cocineros.

Yo Soy BárbaraTotal