Caminando por el centro de Bahía Blanca una esquina viajó a traer la boheme francaise.

Entré y viajé.

Tan difícil de aprovechar son las esquinas para los locales gastronómicos y más aún en la era covid, que merece un gran reconocimiento la ambientación del local (cocina a la vista, ambientes grandes y a la vez intimo si varios quieren estar juntos, mesas para pocos, otra más grande comunal y un rinconcito con sillones y mesa bajita para quienes no quieren mesa) no me olvido de una pequeña barra sobre la ventana y mesas en el exterior…todo esto sí que invitan a entrar a Eclaire Bahía con una gran y bien pensada carta de patiserie francesa.

A veces, la suma de los detalles, hacen de la experiencia un gran lujo manteniendo buena relación en lo que a cantidad-calidad-precio resumimos, sumado a buena atención y…saber sugerir para que el comensal: VUELVA

Así que no dudo en festejar la opción del DRUNCH que es mucho más que una picada, aperitivo o estirar una merienda con una cena, dejemos de lado mi amado TéCena de los domingos y aplaudan esta perlita que Bahía Blanca se tiene en su gastronomía: eclaire y cheescake (con rellenos salados), hormita de queso camembert tibio con tostones y bruschetas (aunque lo ofrecen con cerveza se puede cambiar la bebida, consultar)

Estas son las propuestas que suben la vara en la gastronomía local, aplausos y vamos por más!

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