Mercado de Liniers

La experiencia Mercado de Liniers es inmersiva, así y todo elijas mesa en vez de barra…la cocina está ahí, la única protagonista, se te van los ojos todo el tiempo y el oído también…es que digamos la verdad…cuantas veces aunque estés con alguien se te va la oreja a otra mesa…pues aquí no te pasa: toda la atención se va a la cocina. 

Con ojos del gremio, aplaudo y me saco el sombrero por esa brigada que trabaja: en tiempo, forma, sin corridas, con dialogo y…sobre todo haciendo platos de excelencia…dato no menor, cada plato que sale de esa cocina, es intervenido por más de un cocinero…el engranaje funciona de forma tal que entre el personal que maneja y dispone del salón y el personal que ejecuta en impoluta vajilla, platos excelsos no se escuche ni el tic tac…

Es que nadie me creería si contara que en un restaurante de este nivel, de asombrosa meticulosidad: de los parlantes salen los acordes de bandas como The Ramones (y dejo para la duda de mi oído musical si en las horas que estuve no sonó alguna de Die Toten Hosen…pués que si no fue así, me ilusioné y quizá al momento del postre sentí oír alguna estrofa de “Was zählt”)  Sin más preámbulos del ambiente…qué bien se siente estar en un restaurante y que la carta sea de cuero!!! Con hojas grandes y la letra bien negrita…porque una cosa es ser serios y tomarse la actividad con respeto y otras falsas modestias de las modas…

En el menú hay sabores típicos argentinos y técnica de alta cocina: estos son mis inolvidables… (dividido en bloques y según el comensal haya elegido las diferentes combinaciones de diferentes valores, se elige cada paso…aprovechar del conocimiento del personal de salón en caso de dudas: con mucha paciencia repiten e informan con gusto profesional) las texturas, los sabores, la firma del chef: todo presente en cada plato.

SNACKS

*bloque A: amé fuerte el cappuccino Ing. White con la croqueta de langostinos y mejillones es un imperdible (el bisqué me hizo bien al alma…al paladar es una obviedad decirlo…me hubiera tomado en litros)

*bloque B: desde el martes no paro de hablar del Carpaccio de langostinos, gazpacho montado, alioli, hinojo y parmigiano (era tal la explosión del sabor en la boca que pregunté qué más tenía o que yo no me daba cuenta y me dijeron que era aceite de trufa…amé)

*bloque C: elegí: risotto con yema curada y velo de espinaca con bife de gavilán pollero (sí soy fan del arroz cremosos pero más lo pedí por la carne…puedo decir que era riquísimo no tengo otro parámetro de comparación)

*prepostre: rogel de tomates con un mouse de limón…exquisito… (Sé que en las fotos se verá chiquito…pero cada paso cuenta…lo importante no es la cantidad sino la calidad, la distinción y los distinto)

*postre: elegí mandarina y chocolate (porque soy fanática de ese match y porque unos días antes habían publicado al detalle este postre…y…porque me moría por comprobar lo de mangiarme la cáscara…) veredicto: pedirlo!!!! Es todo lo hermoso del otoño en un plato…

Hay cosas que no tienen una palabra que las defina, en español le decimos inefable a lo que de tan increíble es que no puede ser expresado en palabras, no podemos nombrar…en italiano pasa algo parecido, hay una palabra que no tiene traducción al español, que generalmente si usa cuando algo comestible es…es…es…una prelibatezza (no le busquen definición ni sinónimos, no lo tiene…todo lo demás son palabras que quieren o no darle significado)  la propuesta de Mercado de Liniers no tiene definición, no tiene parecidos en la ciudad de Buenos Aires (o quizá uno que yo pienso que sí, pero por el momento cerró y se está redefiniendo)

Bárbara

Link al video

https://www.instagram.com/p/CrEpDz4LvXv/

¿Conocías este restaurante? ¿Elegís restaurantes con menú de pasos? ¿Te animás a sabores nuevos?

Deja una respuesta