Llamó, sin mandar antes un wa en el que consultara si yo estaba para hablar… (Y ya denota la edad de quienes protagonizan esta reseña) para decirme que NO me iba a decir qué me había comprado de regalo de cumpleaños, porque es muy difícil regalarme a mí…que pareciera que entre exquisita e intransigente, limito regalos… En los siguientes 35’ de un ininterrumpido monologo en teléfono fijo (imposible poner en alta voz y seguir…) también se me informó lo hermoso que Sierra de los padres está con sus paseos, fácil acceso desde Mar del Plata y que sigue siendo uno de los paseos obligados si, para como a ella, a veces “La Felíz” le queda chica (en las cuatro estaciones) porque también considera que ya no hay “temporada alta” y “temporada baja” desde hace veintipico de años, tal como si fuera un ente de turismo y de vialidad: todo el año hay gente…
Para mi cumpleaños mi madre me trajo de regalo alfajores de Tambo Sur (caseros, de 85 grs. y a mitad de precio que los famosos de Mar del Plata) los venden en Licores de la sierra (Paseo El Mirador Local – 2 Sierras de los padres) hay con baño de chocolate blanco (mis preferidos de esta marca, por eso no aparecen en la foto) o con baño de chocolate con leche. La señora que atiende (Alicia) le contó que los hace su madre: uno por uno (también los licores que se venden ahí, otra amiga me trajo de regalo el de chocolate y me gustó, es que mi mamá también la llamó y le anticipó mi regalo!!!)
Lo que llama la atención como para considerarlos “regalo” es que hay de muchos sabores, desde los más comunes: dulce de leche (con nuez o con almendra) algo un poco más arriba (marroc, pasas de uva) y otros los “distintos”: café, naranja, arándanos, mousse de chocolate, menta, membrillo.
El relleno es dulce de leche con el ingrediente que sea molido y mezclado en el mismo dulce de leche (cuando los probé lo confirmé, buen sabor, textura, color y aroma) digamos que en vez de regalarme alfajores, me regaló “una degustación de casi todos los alfajores que allí hay” por eso en estas dos semanas hice el arduo trabajo de analizarlos para poder venir aquí con la data confirmada por mí.
Así como esta reseña podría haber sido una transcripción de aquella llamada, solo faltaba mi apreciación, aquel llamado un mes antes de mi cumpleaños, podría haber sido un podcast en el que mi madre llama para decir que NO va a decir y termina contándome la historia de la familia que los hace y yo googleando mientras la escuchaba ya sabía que no solo los vendían ahí sino en tantos otros lugares turísticos, antes de cortar se lo dije (mientras con el celu los encontré en las rrss) se lo dije y me respondió – No tengo rrss, voy a los lugares, pregunto, consulto y si me gusta compro y te llamo…ah, eso, llamaba para decirte que ya te compré regalo de cumpleaños, pero no te lo voy a decir –
