Los carnavales. La pileta. El verano y los recuerdos…todos. Durante algunos veranos hice vida de club. Como dice mi padre “yo fui una nena de departamento” y él “un obsesivo porque yo no tenga una vida de departamento”.
Íbamos al Centro Galicia (un club enorme, que termina donde el río empieza…) hacía la vida de club que tanto mi padre deseaba y pasamos algunos veranos con mi hermano y amigos. Vivíamos cerca, todos los días almorzaba de pic-nic, volvíamos con los ojos rojos de tanta agua con cloro y nadar…y las rodillas lastimadas (porque nunca entendí eso de tirarme por el tobogán de rodillas…) en esa vida de club, con lo único que no trancé fue con la vida de Colonia de Verano. Ya de chica, fui bastante ermitaña…una escritora se gesta de pequeña…(y para ser una buena escritora, necesitaba leer por demás…y eso hacía yo también en mi vida de club)
El restaurante del club era una cosa de excelencia por demás, yo pasaba por la puerta, pero no entraba, lo miraba por la ventana (no era un buffet de club, era un restaurante) y en todos esos veranos nunca fuimos. Veíamos a las señoras que se iban temprano de la pileta a cambiarse y ponerse la mejor ropa y llegar al restaurante, se llenaba, pero para entrar había todo un respeto por cumplir y yo era una nena. Mi papá me dijo: – algún día cuando seas grande vas a venir.
Y llegó el día. No porque fui grande. Sino porque tuve la oportunidad de volver, con esta mirada. Profesional…pero muy enternecida, porque no sólo no era tan grande como yo me acordaba, sino que ahora era una concesión de una famosa cadena de restaurantes (La Farola de…)
El salón seguía siendo esa cosa tan tradicional gallega, que cualquiera puede confundir con antiguo, pero que no es más que del Estilo BárbaraTotal que tanto fui formando. Me encantan los restaurantes de clubes, sociedades de fomento, grupos, etc…porque siguiendo con mi línea, sentarme a la mesa y cocinar es entregar alma!
El restaurante del Centro Galicia ofrece mucha variedad de comida española en general y algunos platos bien puntuales gallegos (también hay platos para todos los paladares) en todos los casos las porciones son para compartir, pero lo digo en serio! (la tortilla española es para comer como guarnición3-4 personas) la ½ porción de fritura mixta (que incluye cornalitos, rabas y calamaretis) es para comer 2 personas (no picar, comer) también sirven (presentado muy bien!) el pulpo a la gallega (en unas ollitas hermosas) para compartir. Los postres valen para no perder (la natilla está bien casera) es un restaurante que merece ir…y estar!
Lindas mesas se arman (en la semana también recomiendo reservar) vale mucho la alegría gallega! Y a la vuelta me cuentan!
Hasta la próxima! Desde Olivos, los saluda BárbaraTotal y olé!
Gracias a la Lic. M Tereschuk por el aporte para esta columna.
El restaurante del Centro Galicia de Olivos está en Borges 100 Olivos (sobre la calle Borges en dirección al río se puede estacionar en ambas aceras) de martes a domingos (medio día y noche)
Se puede pagar en efectivo o con tarjeta de debito (sólo Visa)