Jugamos con las bombitas, con muchas.  Empezaba el verano invité a mi ahijado y a mi sobrina a casa a jugar con bombitas.  No fue tanta la emoción de jugar con las bombitas sino que cuando se terminaron todos los paquetes, el pasto no se veía porque estaba repleto de bombitas de todos los colores explotadas, vino la madre a buscarlos y después del helado se fueron.  Gritaron desde la ventanilla “lo mejor de jugar con las bombitas es que no tuvimos que juntar del piso las bombuchas explotadas”

Eso es la felicidad absoluta.  La inocencia de decir lo bien que la pasa uno, no tanto en sí por lo que hace, sino por lo que NO hace.  La sinceridad y no sentir culpa por nada.  “Jugamos más de una hora a tirarnos bombitas, sin preocuparnos porque después deberíamos juntarlas del piso”   “jugamos sin importar el después”  y lo mejor de todo: lo dijimos!

Será que uno en la adultez se olvida que alguna vez fue espontaneo (para reír y para llorar)

Mi amiga M, me dijo: – te voy a llevar a comer a un tenedor libre-

Uy! Respondí.  Pasa que no me gustan los tenedores libre.  No me gusta levantarme una o varias veces, como bien cuento siempre, la mesa es sagrada.  Lo que pasa en la mesa es inmaculado.  Siento que yendo y viniendo me pierdo.  Como si hasta perdiera mi lugar.  Y que el que ofrece la comida, pierde su protagonismo.

Mi amiga M de familia descendiente astro-húngara, escuchó mi discurso de crítica gastronómica – amiga y me dijo:-te paso la dirección, te veo el miércoles 20:30hs

 

Llegué antes, porque me perdí.  Y no siempre lo que uno piensa que va a salir mal, sale mal. A veces, sale bien.  Y esta vez salió re-bien.  (Tal es así que fui otras veces más para poder escribir esta reseña)

La Sociedad Alemana de Gimnasia es un club fundado en 1911 por la colectividad alemana en Argentina.  Como todas las historias que me gustan, cuando me siento a la mesa.  En SAG, pisé el primer escalón y ya viví esa vida comunidad.  Todas las actividades deportivas y sociales se desarrollan entre la sede de Los Polvorines y la de Olivos.  Pero como bien sabrán “estimados lectores” no son esas áreas las que nos reúne en esta historia.  Sino: el restaurante.

Agradecí a mi amiga M el hecho de que me haya insistido tanto en ir.  Lo que es el restaurante!!! Y tranquilos, no es 100% tenedor libre.

Yo me sentía como mi ahijado y mi sobrina jugando a las bombitas sin preocupaciones posteriores.  Desde que llegué hasta que llegó mi amiga no me podía sentar en la mesa.  Caminaba, iba y venía por todo el restaurante.  Pasa que al ingresar uno se encuentra la mesa con todos los postres (típicos alemanes y de otros paladares también) y bien cerca del salón donde están las mesas, hay una fila larguísima con todos los platos fríos (de entrada) que entre escribir y sacarle foto me desasía en emoción…

Pero me senté.  Y la moza trajo la carta.  Donde detallaba la opción LIBRE  y la opción a la CARTA (en la mesa todos los comensales tienen que elegir la misma opción)

Elegí LIBRE (incluye la mesa de buffet frío + parrilla libre + platos de la cocina (que se le piden a la moza)como por ej.: Gulasch, Lomo Stroganoff, Knackwursr (salchicha alemana), Weisswurst (salchicha blanca), Kassler (carré de cerdo ahumado), Leberkaese (embutido de carne típico) y Wienerschnitzel (milanesitas de cerdo) GUARNICIONES: Spaetzel, papas alemanas, chucrut y puré de manzana (también arroz y papas fritas) Pastas: Maultaschen (raviolón de espinaca y paté), ravioles de ricotta, de espinaca, ñoquis, sorrentinos de calabaza, tallarines (pasta seca) y salsa para elegir entre: fileto, rosa, crema, champignones y bolognesa.  La mesa de todos los postres, 500cc de agua sin o con gas, cerveza, una copa de vino o gaseosa.  Y café.  Sí y sólo sí…llegas…

La opción a la carta ofrece platos especiales (y algunos también que se repiten) a buenos precios (en relación calidad/cantidad/precio)

Pero…quién te quita la espontaneidad y la inocencia de sentirte en una típica casita alemana perdida en medio de la montaña.  Porque la música alemana que toda la noche amenizó la velada, es parte de la hermosa ambientación que recrea una casa alemana…esta, igual a la de mi amiga M.

Los mozos me miraban, fui la comensal que más pasee por el salón toda la noche, iba y venía, preguntaba por la cocina, las recetas…y hablaba con mi amiga, que es su historia.  Que tanto insistió con ir.  Sabe que es mi ESTILO.  El ESTILO BÁRBARATOTAL.  El de que la cocina sea protagonista, que los comensales se encuentren alrededor de la mesa con su historia.  Que las recetas recuerden su lugar, su naturaleza y su idiosincrasia.  Cuanto que aprendí estas noches en SAG…cómo no recomendar este tenedor libre.

Con la espontaneidad perdida dije “a tenedor libre no voy” con inocencia de adulta digo “anímese, es como comer en casa, en una fiesta de su familia, se pasea entre las mesas, pero tiene mucho de hogar y no tiene que pensar en el después de lavar los paltos = juntar las bombuchas”

Hasta la próxima! Los saluda BárbaraTotal

SAG (Soc. Alemana de gimnasia)

Restaurante: Alberdi 1865 Olivos – Prov. Bs. As

Tel: 4790-9544 (sugiero reservar)  consultar por menú LIBRE ($380.- a marzo 2017) sólo efectivo