¡Alegría! De 365 días al año se estima que poco más de 15 llueve y/o está nublado en San Juan. Y a qué no saben Queridos Lectores…fui bendecida con algunas gotas y bastante nubosidad los días que llevo en esta provincia… San Juan es mucho más que la tierra del sol y del buen vino y aunque vine por estos últimos: conocer su tierra y sus historias se anteponen a la ruta de la bodegas y creo que justamente es por eso, para entender sus vinos primero voy a tener que entender de donde nacen, quienes los hacen y cómo llegan a las copas. Esta vuelta por San Juan saldremos un poco de la cocina y los platos…vamos a pasear por el valle fértil. No se pierdan…y a brindar!
GRAFFIGNA
Santiago Griffigna inmigrante italiano (oriundo de Genova) llega a San Juan a trabajar la tierra invitado por su tío.
Y trabajó…porque hizo mucho más que una importante, precursora y gran bodega. Fundada en 1870, entre él y sus hijos continuaron el legado como pudieron, pero la enfermedad de uno de sus hijos y la posterior crisis económica conjunta con el terremoto de 1944 hicieron que desde 1980 se venda y pase a otras manos. En la actualidad Bodegas y Viñedos Santiago Graffigna es parte del grupo Pernod Ricard Argentina. Y aquí estoy adentrándome en su historia y sus vinos.
La historia viaja a 1885 cuando llega el tren a San Juan y de esa forma sus vinos llegan a más mesas. Las vías pasaban por la puerta de la bodega, hoy una imagen pintoresca, en esos años un presente promisorio.
Tal es así que en la historia de esta bodega, el camino con la radio se entrelaza, cuando es el propio Benedicto Graffigna quien funda el 5 de Septiembre de 1930 la primer radio privada en la provincia LV1 Radio Colón (inicialmente LT6 Broadcasting del Vino y LV1 Radio Graffigna) precisaba de la radio para comunicarse entre las plantaciones y las bodegas, luego terminó ofreciéndole a la provincia lo que hoy es unos de los medios de comunicación más antiguo y popular de San Juan.
Sus plantaciones están en Pocitos, Sarmiento y Cañada Honda (Prov. de San Juan) todas con sistema espaldar. Las piletas de Epoxi para la fermentación y la sala de cubas a continuación se pueden visitar en la bodega conjunto con el museo (abierto para todo el público) donde es imperdible sacarse la foto con la famosa cuba de los 200.000 litros que utilizó Santiago Graffigna para festejar el centenario de la Revolución de Mayo donde ubicaron las mesas para 70 personas adentro!!! Crían sus vinos pasando por barricas de roble francés y americano antes de embotellarse. Y yo ya estoy degustando de la línea Centenario Reserve (multi altura) malbec proveniente de plantaciones de Valle de Tulum, Valle de Calingasta y Sarmiento…lista para brindar y seguir camino…
Museo y Bodega Santiago Graffigna: C. Colón 1342 (norte) Capital, San Juan.
museo.graffigna@pernord-ricard.com
www.graffignawines.com
Valle de la luna
Y me dirán que no hay vino, pero es visita obligada…aunque tenga que hacer tres horas aproximadamente de ruta…y tanto más de camino sinuoso. Pero ver todo el Parque Ischigualasto, aprender sobre los 265 millones de años que esta tierra fue transitando, los restos fósiles e ir entiendo todo hasta estos días: los animales, las zonas donde hay apenas vegetación y las otras donde el suelo arcilloso protagoniza el andar en un silencio absoluto: no hay pájaros.
Los ascensos y descenso de altura me hacen sentir mal…pero, si es el mínimo costo que hay que pagar para andar por estas tierras, sigo mi camino: San Juan sos mucho más que valles fértiles, sol, vinos, historias…
www.turismo.sanjuan.gov.ar
SOS ACEITUNAS TAMBIÉN
No es redundante, es más que nada reafirmar, estoy caminando San Juan ni más ni menos que un valle fértil, con amplia amplitud térmica y un otoño cerca de la montaña que me lleva a conocer la historia de Julio Marún quien fuera el dueño y fundador de la aceitera TUPELÍ.
Hoy el Museo Don Julio, un homenaje que hace su familia honrando la memoria y trabajando la tierra continuando el legado.
El famoso Don Julio Marún hijo de libaneses asentados en San Juan se hizo cargo de su familia con tan solo 13 años cuando falleció su padre. Compraba y vendía alimentos fraccionados casa por casa. Pero el mismo se prometía cosas grandes para su futuro y llegaron: infinitos cargos como fundador, director, profesor en escuelas de enología y fruticultura, desarrollando con los alumnos en formación una cooperativa así solventaban viajes de estudio.
Su participación en la sociedad sanjuanina también lo tiene como protagonista en el Club de Leones, Rotary y club de patín. A sus 26 años funda TUPELÍ, la llama así como el cacique Huarpe, agradeciendo siempre a esta tierra que le dio todo.
Aceitunas y aceite de oliva son sus principales productos (aunque en las plantaciones hay amplia variedad de frutas y verduras) en lo que hoy es el Museo Don Julio (que se puede visitar sin costo apto todo público) se aprecia la antigua cocina y edificaciones típicas de la época. También toda la maquinaria y proceso para la elaboración del aceite.
Su nieta Juliette se esmera en transmitir su historia y detallar el proceso, poner en valor el trabajo y darle el lugar que se merece. “Las aceitunas verdes y negras son las mismas, la negra es la aceituna madurada, esa es la única diferencia. Tenemos plantaciones de las variedades Arauco, Arbequina y Changlot. Entre septiembre y octubre la planta florece y con los primeros calores se empieza a formar la aceituna. Para mayo aproximadamente después de la primer helada termina de madurar y se hace la cosecha, se va decidiendo cuales aceitunas se sacan para hacer conserva y cuales se dejan hasta negras para madurar y así hacer aceite”
Las aceitunas llegan a máquina que a medida que las lava las pasa por un molino que se ocupará de estrujarla completa (antes con trapiche de piedra hoy día maquinaria moderna) siempre manteniendo la temperatura de entre 20° y 25° (si está por debajo de esa temperatura se congela el aceite y pierde sabor y si pasa la temperatura por demás pierde las propiedades) Luego de la primera extracción queda en guarda aproximadamente un mes (manteniéndose en lugares oscuros) posteriormente se hacen análisis de laboratorio y solo se embotella lo que se vende.
El aceite etiqueta Don Julio no se prensa ni se centrifuga. Tupeli ofrece otros aceites mezclas y variedad de conservas…pero yo me dedico a degustar el aceite: esta vez me enseñan a conocerlo poniéndome con el dedo índice en el labio inferior e inhalar, después terminamos por sorberlo. Y me voy con mi botellita…imperdible en mi mesa para las próximas comidas.
Museo Don Julio
25 de Mayo 165 (oeste) San Juan
www.museodonjulio.com.ar
Sigo mi ruta: seguime
hasta la próxima! #YoSoyBárbaraTotal
desde San Juan – Argentina