Al día siguiente estaba en el limbo.
No reaccionaba.
Ya había pasado.
Todo aquello que alguna vez había “idealizado” había sucedido.
No sé cuántas fotos, videos, mensajes…con fotos mías y del libro me llegaban al tel. y al mail.
Y yo…yo no recordaba nada.
Esas horas previas, durante y posteriores: yo estuve en un/mi limbo.
Al otro día: también.
Recién al otro, el limbo viró a nostalgia y alguna canción random llevó el pensamiento a fijar que a partir de ahora hablaría en pasado de cómo sería aquella presentación.
Ya era anécdota…y entonces respondí mensajes, agrupé fotos y videos e hice las publicaciones correspondientes que registran “el” momento.
También algunos regalos muy significativos para con quien escribe y de lo que escribe…materializaciones que algunos/as Lectores/as sintieron que sellaban “este” momento y yo…que no recuerdo nada, si no es que lo veo otra vez en los videos y fotos, que ahora son mi propia memoria.
Pero, si hasta hace un tiempo, mi mayor niebla, laguna y miedo, era encontrarme con la hoja en blanco…
Al día siguiente, durante ese limbo…debutaba con otra sensación que se resume en tres palabras: – ¿Y ahora qué? –
Al final la hoja en blanco era “nada” en comparación con el día después. Porque el libro no es ni una entrevista de trabajo, ni un examen, ni una ddjj, ni una explicación por nada. Es mi “tómalo o déjalo” para quien quiere leer (y/o cocinar).
Esta fue la semana más vertiginosa como autora que pasé.
Y la pasé, como se pasa todo. Lo bueno, lo malo y lo más o menos.
Hay una frase en italiano que dice así: “La vertigine non é paura di cadere, ma é voglia di volare” (El vértigo no es miedo a caer, es miedo a volar) algo así sería, porque la traducción literal no existe cuando algo es metafórico.
Entonces, miré el pronóstico, hice una receta del libro y fui a Florida Entre Veredas de la librería Waldhause, que desde el primer día confía y apuesta en lo que hago y me da lugar y libertad para que los relatos y recetas anden aún más.
No, no era la primera vez que iba a una feria. No, no era la primera vez que iba a una feria con el libro, ni con la receta. Y sí, ahí estaba. El libro abierto en el capítulo “El lado B, porque no es lo mismo torta DE dulce de leche, que CON dulce de leche” muchos caminantes que iban y venían por Florida, entre veredas y yo. Y entonces cuando se acercaban al puesto les decía “El libro es proporcionalmente directo bueno a lo buena que esta la torta DE dulce de leche y NO con dulce de leche”
Perplejos, sin saber si era un trabalenguas…no sabían si comer o leer…Así como yo estaba viviendo el vértigo…pués ahora Uds. también. Sobre todo a quienes nuevos/as que conocen primero el libro y después vagan a la virtualidad. Me conocieron en este limbo, en este vértigo, en esta página en blanco, nueva, que sigo escribiendo cada vez.
Bárbara
Te comparto el link al video
https://www.instagram.com/p/C8BCr6rtrsm/?img_index=1
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