¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Lo pregunté y me lo pregunté mientras elegía qué cartera iba a usar esa fría noche invernal de sábado. Es que esta vez la elección tenía un solo objetivo: que el estuche de los anteojos entrara. Es que desde la nueva “normaliglam” pos pandémica, aparte de la billetera, las llaves, el celular también llevo alcohol en spray y por la estación del año pañuelitos descartables. Pero hoy sería diferente. Hoy era la primera vez que tenía que incluir los anteojos. Hace relativamente pocas semanas, estamos saliendo juntos. Así y todo quisiera acompañar la elegancia del lugar al que iba con una pequeñisíma cartera, adecuada para poner entre el respaldo y mi espalda en la butaca del restaurante…esta vez tendría que ser algo un poco más grande, capaz de que al momento de la lectura de la carta, sea rápido el encuentro con los anteojos. Es que mientras algunos comensales se quejan de los restaurantes con poca luz y cartas para leer con QR…mi único lamento es que sea por lo que sea: no veo de cerca y mi brazo tiene un límite para alejar la letra pequeña y delicadamente fina que describe los platos…hoy fue la primera vez de algo: nunca abandonar la elegancia, bienvenidos los anteojos.
Bárbara
@lavillaarg hasta no hace tanto supo ser un salón de eventos y antes conocida por ser la casona Avenatti (diseñada y construida por el arq. Bruno Avenatti, su propietario, quien también fue el arquitecto de otros lugares emblemáticos de Villa Devoto). De estilo academicista italiano la casa combina detalles arquitectónicos de fines del S XIX en un edificio de dos plantas con un jardín de estilo francés.
La carta ofrece menú (incluye: cocktail de bienvenida, entrada, principal, postre y copa de espumante) y también las opciones a la carta: para picar (elegí la degustación de quesos Ventimiglia: Patargonzola y chutney de hinojo + Cuatro Esquina y mermelada de tomate + Saint Maurren 100% y compota de berenjena). También hay opciones de entrantes (croquetas, faina, burrata, entre algunos). Para los principales hay opciones de platos elaborados entre: carnes rojas, pescados, pastas y dos opciones para los vegetarianos: risotto con variedad de hongos y berenjena con frutos secos y quinoa)
Muy superior la roseta negra (raviolón negro relleno de trucha, salsa de limón ahumado, mascarpone, maní y langostinos). Tampoco fallan los ñoquis soufflé de espinaca con tomates asados, stracciatella, pesto de albahaca y aceitunas negras.
Para cuando llega el momento de los postres, y si Ud. leyó esto antes de ir, sabrá que la carta se luce, se sale de los que un restaurante de este nivel podría ofrecer y lo siento como una jugada, se arriesgan con la creme brulle de jengibre, Chajá, chesse cake de cabutia y flan de chocolate blanco y coco. Así que sepa de antemano que vale la pena elegir…para eso también se hizo la sobremesa…
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