Al pasar, le comenté que suelo tomar café a la noche, antes de dormir. Si estoy en mi casa o si terminé de cenar en algún restaurante, está entre mis elecciones: café por sobre postre.
Su rostro dijo más que su palabra, aquella expresión que colmó la exageración, dudaba entre retarme por ingerir cafeína después de las 8pm, educarme enumerando todas las contrariedades que tenía tomar café en el momento propicio para descansar y exagerada sorpresa por semejante revelación que estaba haciendo…
Respondí a ese sórdido silencio, declarando que la misma costumbre era herencia de mis antepasados – Ellos tomaban café con grappa en invierno después de cenar y en verano, café con una cucharadita de cacao – fin de los motivos que a la práctica me remitían, primero por pertenecer a ese clan y seguirlo, pero luego cuando ese clan dejó de existir, me encontré una noche haciéndolo por elección y entonces ya dejó de ser exclusivamente una costumbre para ser una comunión.

Así y todo nada conmovió a mi interlocutor quien dejó expresiones de asombro, para comenzar un monologo hacia mi persona como si yo fuera un infante que no comprende… entonces sólo seguí mirando, porque dejé de escuchar cualquier enunciado que no incluya las virtudes sensoriales que representa tomar café y convertir la noche en una estrellada.
Bárbara

PD: “Terraza de café por la noche” de Vincent Van Gogh es una pintura que intenta destacar la noche iluminada con alegría al paisaje nocturno y es considerada la primera vez que hace un fondo estrellado, algo que luego repetiría en siguientes obras que con los años lograron más popularidad (por ej. La noche estrellada y La Noche estrellada sobre el Ródano)
También llamada “Terraza de café por la noche, Place du Forum, Arlés” representa un típico café de la ciudad que se llamó “Café Terrace” y debido a la pintura se le cambió el nombre a “Café Van Gogh”

La foto que acompaña esta nota es un abanico que me regalaron cuya imagen es la obra que relato. Siempre del lado de interactuar entre diferentes expresiones artísticas y dejarme avasallar por el Síndrome de Stendhal, invito a los lectores/as a compartir en comentarios gustos y elecciones gastronómicas que se conjuguen y encuentren en otras artes (films, canciones, etc.) a mí esta vez me pasó con un objeto.