Entonces un viaje… Esta vez PORTUGAL
Nominado el libro en los Gourmand Awards llegué a Lisboa, para vivir una experiencia tan amable como conmocionante. Así pasé los días entre Lisboa, Oeiras, Cascais y Estoril. No sin antes de la vuelta regalarme Sintra y entonces sí, vivir varios viajes en uno solo.
Un viaje, que vino después de otro viaje, aquel que había sido publicar el libro.
Link al video: https://www.instagram.com/p/DLgUNg2sebp/
El viaje después del viaje…Empezó justamente a tener su propia historia, excediéndome por completo.
Un viaje en el que estoy a la par de los lectores/as, yendo entre las páginas del libro a mi cocina y a la de ellos, entre las anécdotas que siempre creí propias y desde el libro ahora, me dicen haber tenido las suyas, un viaje que creí personal, pero que en esa intimidad todos alguna vez también habían tenido y tienen su viaje.
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Ítaca
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Poema de Konstantino Kavafis