Desvié varios caminos y sin embargo todos me conducían a La Kitchen.
Se presenta como una esquina perdida de Saavecoghlan, pero de perdida no tiene nada. Se ve bien desde el colectivo y después de ir varias veces, ya sé dónde decirle al chofer “parada por favor”
Mi sugerencia para ustedes, mis querídos Lectores es la propuesta “mostrador” aunque hay cosas fijas todos los días, los fines de semana hay más variedad, por eso…y porque me debo a mi público) desvié caminos en diferentes horarios todos los días, exceptos los lunes que está cerrado.
Para llevar o para comer ahí mismo, solo mesitas en la vereda, autoservicio baño a disposición, menú en QR, tarjetas de crédito, horario corrido (cosa no menor en lugares alejados de avenidas) y a gozar!!!
fosforitos (de jamón y queso muy bueno, pero el de tomates asados, con queso brie y semillas es un, mi mejor, delirio)
Pletzalej (re casero todo: el pan y el pastrón, los pepinitos dulces y el toque de crema de eneldo con mostaza antigua le da un sabor esplendoroso.
Limonada con lavanda (un top al paladar) también hay vermut y café de especialidad.
Usan harinas orgánicas y demás materia prima de orígenes confiables (huevos libres de jaulas, buena calidad en café, frutas orgánicas en algunas opciones)
Los hojaldres salados, los croissants con straciatella y rúcula, diría “ideal festejos en primavera” pero las tortas son golosas para el invierno que se nos escurre ya…pero las porciones son para compartir, así que cero excusa.
Se va formando la fila, nadie se pierde de ver la heladera desde la que están todas las opciones con descripción y precio, así no hay consumidor que dude, que se vaya, nadie abandona la espera. Se nota la experiencia y manejo que hay por quienes conducen, ya sea en lo que se ve del mostrador para afuera como por lo que ofrecen y la forma en que lo comunican y venden.
Sol@s o con compañía bien vale tener en cuenta esta reseña honesta en sentimientos y criterio gastronómico.
BárbaraTotal
