La historia dirá que se comía sopa de cebolla en los pocos restaurantes que quedaban abiertos hasta la madrugada cerca de las Halles de París (el mercado central de abasto) desde el S. XIX
Y lo que empezó siendo una sopa de cebollas con una rebanada de pan popularmente conocida entre la clase trabajadora, se convirtió en una famosa y deliciosa comida de las clases altas: soup d´ognion.
Hay registros de esta sopa desde la Edad Media y también está en el libro Le Viander de Taillevent (cocinero francés de varios reyes medievales y por haber escrito uno de los primeros recetarios en francés)
Hoy después de tres meses, entre restricciones, cuarentenas y vacuna mediante: volví al museo. El palacio es de estilo neoclásico francés construido a principio del S. XX con un jardín inspirado en Versalles y el comedor con mesa para 20 personas, en otra época claro, donde no había distancia social. Para más historias, anécdotas y detalles: me encuentran ahí esperando a los visitantes con ganas de viajar hacia nuestra historia, que incluye inspiración francesa.
Para la receta, hacerla, cerrar los ojos y dejarse viajar en aromas a una Francia que siempre le hace honor a la buena cocina, acá va mi receta del año 2021 en pandemia continuada de sopa de cebolla y “viva la France, viva el invierno al plato”
*en una olla (caliente y con manteca) cociné 500grs. cebollas (cortadas en plumas) + 3 dientes de ajo
*una vez dorado (cocido) agregué 50 grs. de harina común y cociné.
*luego agregué un vaso de vino blanco y dejé evaporar el alcohol.
*por último agregué 1 y ½ litro de caldo de verdura y cociné (primero hasta hervir) luego 15’ más al mínimo.
*serví con pan tostado con manteca (en cubos) y abundante queso gruyere rallado
*no es que me olvidé de la sal y la pimienta, es que el caldo de verdura estaba muy sabroso y para mí eso estaba bien, como con todas las recetas que les comparto, depende de sus cocinas, cantidades y gustos: los tiempos y condimentos.
Voilá!
Si tienen dudas para hacerla me consultan, si la hacen también.