Dicen que al espejo no se le puede mentir.  Que queda todo a la vista.  Que hay gente que los evita y que hay otras que por el contrario inundan sus lugares con espejos porque permanentemente se quieren estar viendo.  Aprendí de los espejos que también sirven para iluminar, agrandar espacios, dar luz sin tenerla y multiplicar, lo bueno y lo malo.

Hace muchos años, asistí a una persona no vidente.  Graciela era kinesióloga y tenía en su casa el consultorio en el cual atendía a los pacientes.  Yo había aprendido algunas cosas para asistirla (leer y escribir en braille, grababa en casettes libros enteros, preparaba juegos de naipes y otros juegos de mesa adaptándolos y demás).  Algunas veces mientras ella hacía gimnasia, otras veces estaba en su atelier pintando (su hobbie eran los oleos) y muchas veces en simultaneo conversábamos.  En su casa había espejos.  En varios lugares, en mesitas, colgados en la pared y hasta una guarda de espejos en un pasillo.

Me cuestioné tantas veces esos espejos donde una persona que no ve, el sentido.  Y me sentí tan ciega al confirmar que muchas otras personas tienen espejos y sin embargo tampoco se ven (a ellas mismas y a los demás)  El reflejo, lo que se ve y lo que no se ve, lo que dejamos que se vea y lo que no mostramos nunca.

Habrá cosas que el espejo nunca refleje y habrá otras más que nunca veremos, más aún habrá infinidad que, aún así de frente al espejo no mostraremos.

A mi receta de budín de mandarina, le hice un espejo de chocolate, les dejo la receta y la mejor forma para hacerlo: estoy segura que este reflejo será de dulzura.  Y a estos tiempos les viene muy bien.

En una cacerolita puse ½ taza de agua y 200 grs. de azúcar, con el fuego bien bajito y cuchara de madera dejé que el azúcar se disuelva y luego agregué 200 grs. de chocolate (picado groseramente pero parejo) para que también se derrita.  Para hacer el espejo en los budines individuales esperé a que esté a temperatura ambiente no tan caliente, así tenía más cuerpo y no se chorreaba y quedaba bien parejo.

(este espejo de chocolate también les sirve para bañar tortas, aún así cuando se seque no les va a quedar duro y van a poder cortar perfecto porciones sin que se parta)