Hago asado para hacer otras cosas

Cada vez que estoy prendiendo el fuego para la parrilla, me resuena en la cabeza este fragmento de la novela Mujercitas:

Procura hacer algo esplendido y asegúrate asombrarlos a todos algún día.

Puede que sea pequeño, pero si te lo propones brillarás tan intensamente como el sol.

Si sientes que tu valor redice ser algo decorativo tengo miedo que algún día creas que eso es todo lo que realmente eres.

Ve aduéñate de tu libertad y descubre las cosas hermosas que surgen de ello.

Si tienes tantos dones extraordinarios ¿Cómo podrías llevar una vida ordinaria?

De Louise May Alcott – 1868

Soy de prender el fuego para aprovecharlo todo, así que no solo “tiro” lo que se va a comer un rato después sino “otras” cosas que la parrilla ayuda a sacarle una de sus mejores versiones y esta noche son los morrones que en la verdulería estaba en su mejor precio y a mí me sonríe el c_l_ para hacer de todo con ellos…anticipándome a la época que se ponen caros y me ofendo con el verdulero…

Así lo hago yo y salen bien: según lo persecuta que esté mi neurosis en ese momento, los paso por debajo de la canilla y los lavo…

Los pongo en la parrilla en el hueco libre que quede y los voy rotando a medida que se va quemando la piel (ojo, no que se queme, sino solo la piel, por eso los voy rotando) también los he puesto directo sobre la brasa (pero tengo que estar más pendiente de rotarlos, más atenta porque el fuego directo es más rápido)

Una vez que están cocidos y aún tibios/calientes los pongo en una recipiente y los cubro con papel film o envoltorio como el que es con cera de abeja que cumple la misma función y tiene mejor impacto ambiental en lo que a desechos de basura  intentamos reducir.  El vapor que se forma ayuda a que la piel se separe y casi casi que se pelan solos, en una par de horas estará frío o a temperatura ambiente y los restos de piel que no se salieron lo haces a mano y te quedan pelados (no los pases por agua) luego les sacas el cabo, los abrís y despepitas y enteros, en láminas, tiritas: como quieras los pones en un recipiente (limpio) con ajo (picado o en dientes, a gusto) y cubrís con aceite de oliva (cubrís!) esto es una preparación casera por eso hago mucho hincapié en cubrirlos con aceite (y conservarlo en la heladera siempre) aprox. 24hs después ya están listos para consumir; en ensaladas, en sándwiches, en pizzas, en todo lo que quieras y a tu gusto le vaya bien.

Bárbara

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