Como si fuera un yin y un yan, sé que un día cualquiera de Julio, me aparecen más de 15 grados al medio día y voy a querer un licuado con mucho hielo, una ensalada y un helado; sé que en verano puede ser que un día después de una tormenta de verano baje la temperatura, enfríe el pavimento de la ciudad y 25 grados sean sentidos como frio…
Yo no vivo en un edificio de departamentos como para charlar del clima con los vecinos cuando se cierra la puerta del ascensor.
Compré esta “carne para milanesas” y papa “blanca” pensando en unos niños envueltos con puré…para que un día fresco de verano, me agarre parada frente a la olla bañando en tuco esta creación.
Pero después de la tormenta, me encontré admirando las láminas de carne y subiéndome al banquito buscando pan rallado…y deseando tener suficiente aceite como para freír papas fritas.
Si escribiera sobre autoayuda, este sería el momento donde digo algo así “la vida tenía otros planes para ti, solo queda que los aceptes” pero esto es una publicación gastronómica así que lo mío será más del estilo “te comparto mis sugerencias para hacer milanesas con papas fritas y que sean tan ricas, en mi caso como las hace mi mamá, a quien me lea: quizá la que comes en un restaurante (es que hace mucho no logro dar con un lugar que haga bien este plato o que por lo menos me guste y no le encuentre los mil defectos)”
Bárbara
La Serendipia es la cualidad de encontrar por casualidad y/o inesperadamente algo afortunado, valioso de manera accidental que NO se encontraba o buscando algo distinto/ diferente. También se refiere a una habilidad (en el caso de las obras literarias, cuando el autor/a escribe sobre algo imaginado que no es conocido para su época y luego se muestra la existencia de tal) no confundir la serendipia con la ciencia-ficción o las premoniciones. En lo personal la serendipia la considero una revelación que se da frente a una circunstancia que creía que sería una forma y terminó siendo de otra, pero así y todo me pasó por el cuerpo, alma y mente como una revelación.
Para las MILANESAS: sugiero la carne pedírsela al carnicero, no tanto la de supermercado que nunca se sabe cómo fue cortada y sobre todo por el grosor elegido, a mí en lo personal cuando más finitas mejor. Prefiero el corte CUADRADA (sí, ya sé que es fibrosa y tirando a dura, pero para milanesa es rendidora) o BOLA DE LOMO (es muy tierna pero tiene un nervio que la atraviesa, la elijo igual porque me sirve para hacer dos milanesas por lámina) de NALGA (es tierna, no tiene grasa, ni nervios y la lámina es tan grande que también es muy aprovechable) pero entiendo que todos prefieran de PECETO porque son iguales, parejas y no tienen grasa ni nervios.
Una vez que están limpias, pasarlas por huevo batido (y leeré en sus comentarios todas las sugerencias que tengan respecto de si ajo y perejil picados sí o no…y demás ideas para sus mejores milanesas) pero luego de pasarlas por el pan rallado… ¿me creerían si soy de las que va a la panadería y sigue pidiendo que le rallen pan de ayer? y mientras el aceite se caliente, las llevo a la heladera, le hace va bien a la cocción el choque térmico (aceite caliente y milanesa fría, no helada)
Para las PAPAS FRITAS: hice una publicación hace un tiempo con todos mis detalles que les copio acá abajo
Dudas, consultas y sugerencias: leo y respondo todos los comentarios.
Si vos también tuviste una circunstancia de SERENDEPIA como me pasó a mí también te leo, quien te dice así de una receta a otra con lo que tenemos en la heladera.