La madre de Edha dice que los últimos años me convertí en una investigadora…devenida en cocinera y crítica gastronómica. Y cada vez le respondo lo mismo: que es al revés, que como soy cocinera y crítica gastronómica, devine en investigadora porque quiero algo más que el hacerlo y degustarlo…
Hace unas semanas, me tocó el timbre con un tuper repleto de sambusa. Al día de hoy no hay forma que me pueda decir cómo se escribe (por eso usé tantos # para decir una sola cocina)
Chateo hasta largas horas de la noche con ella…me pasa la receta a ojo, entre audios y textos…me repite su historia, no LA historia. Y entonces pasaron los días y decidí escribir sobre esto. Sobre que quizá LA historia no sea una única. Y que también tengo que respetarla, que quizá ella no la sepa y sí hacerla.
Es que me puse a buscar en libros, en internet y preguntarle a otras bobes…y no hay caso, me pasaron todas recetas diferentes para la masa y aún más del relleno!!!
Y de la historia poco y nada porque lo que para mí propia historia era que las sambusa eran rellenas de queso, resultó ser que en una publicación egipcia, categóricamente confirman que el relleno tradicional es a base de verduras.
Mientras escribo esto, mientras miro las migas después de haberme comido las sambusas con un vaso de vino blanco en esta primavera que amaga…y no se decide, porque viene escoltada por días ventosos…confirmo que a la mamá de Edha lo que más le gusta es jugar a las escondidas, desde que la conozco: nunca sabe ninguna receta, siempre empieza por la cocina de su casa y siempre termina por contarme como cocinaba su mamá, sus hermanas y ella, reivindicándose en que es la única que sigue cocinando para todos los shabat…
Y entonces, serán los años, será que también me estoy poniendo más vieja, decido que voy a dejar de enojarme y volverme tan instigadora con ella cada vez que la cruzo en el ascensor y persigo, con la excusa que le abro y cierro la puerta del ascensor y acompaño como si precisara de mi asistencia, a cambio de que me cuente.
Gracias Rosa, acaso confundo mis ganas de escuchar historias con tus ganas de recordar aquellos años, que o por muy felices y añorarlos, o por melancólicos y nostálgicos preferís que juguemos a las escondidas y de una forma lúdica confirmarme que no queres ir a esos años, por felices o infelices motivos. Porque también pienso y siento que en unos años me pueda pasar a mí también.
Bárbara
Receta y procedimiento (tener en cuenta que las cantidades e indicaciones son estimadas, varían según cada mano, cada horno, cada cocina)
Para la masa: unir ½ kgr. de harina común (0000) con 200 grs. de manteca, 3 cdas. de aceite, 200 cc3 de agua y sal a gusto. Trabajar la masa sin amasar.
Para el relleno: mezclar ¼ kilo queso duro (provolone, parmesano, a elección) con 2 o 3 huevos dependiendo la humedad del queso.
Estirar la masa, cortar según el tamaño deseado, rellenar y pintar con huevo batido y espolvorear con semillas de sésamo. Cocinar en horno bien fuerte (según el tamaño, aprox. 20 min. si son tamaño copetín)
Preguntas y sugerencias serán bien apreciados en comentarios: respondo todo.